No nos debe sorprender haber escuchado a algún conocido, amigo o familiar decir “que eres bipolar” o “te comportas como un bipolar”, etc. Hace años abunda el mal uso por parte de las personas, de conceptos y diagnósticos psiquiátricos, seguramente por el gran desconocimiento acerca de las enfermedades de salud mental, así como el estigma que existe desde siglos. No nos costará recordar como en el reciente siglo XX, aún existían instituciones que se dedicaban a institucionalizar y aislar a aquella persona que sufría de una enfermedad mental severa, hoy por el contrario se ha intentado incluir en la sociedad.

Aún en la actualidad existe el temor de que las personas que sufren de esquizofrenia o bien trastorno bipolar, u otra enfermedad de salud mental pudiera ser peligroso, o bien, que sería incapaz de llevar responsablemente su vida o el cuidado de un otro. Incluso en nuestra experiencia en la consulta podemos apreciar como familiares o conocidos muchas veces culpan y hacen responsable de sus síntomas al paciente, no considerando aquellos aspectos biológicos de la bipolaridad. Todos estos malos entendidos y temores, así como el etiquetamiento mencionado al comienzo de este artículo, no hacen más que estigmatizar las enfermedades de salud mental.

En el caso del Trastorno Bipolar, el desconocimiento, el prejuicio y los actos discriminatorios, no hacen sino, hacer más duro el proceso de diagnóstico, tratamiento y la adherencia a este por una persona que lleva esta enfermedad. En investigaciones realizadas en Estados Unidos se determinó que el 75% de personas diagnosticadas con un trastorno bipolar, tardó cerca de 10 años en ser diagnosticadas. Estas cifras, nos pueden indicar que incluso entre los mismos profesionales del área existe desconocimiento del trastorno bipolar.

Desde los años 70´s en Europa, América del Norte, Australia y Nueva Zelanda existen programas dedicados a modificar el estigma, que tienen la finalidad de informar y sensibilizar a la población en torno a las enfermedades de salud mental. Si bien en Chile se han realizado reformas en el área de la atención en salud mental, aún existe mucho trabajo que realizar. No obstante, las políticas públicas no son sino el primer paso en el cambio hacia la integración de personas que sufren el Trastorno Bipolar y otras enfermedades de salud mental. Los cambios también son importante realizarlos en los profesionales dedicados a tratar estas problemáticas (educándose y especializándose permanentemente), y en el propio individuo que presenta una enfermedad de salud mental.

En nuestra experiencia clínica en el Centro de Terapia del Comportamiento, observamos cómo los cambios que podamos realizar en torno al conocimiento del trastorno bipolar u otra enfermedad de salud mental, permite que una persona que presenta esta patología consulte a un especialista a tiempo, mejora la adherencia al tratamiento así como puede evitar posibles recaídas, disminuye el estigma la auto-estigmatización y la discriminación, y permite un aumento en la reinserción laboral y social.

Para Finalizar, recomendamos que si usted piensa que padece un trastorno bipolar, o bien cree que un familiar o cercano padece esta enfermedad, acuda a profesionales especializados en el área, que realicen un tratamiento integral incluyendo la evaluación y tratamiento médico, psicológico y la psicoeducación familiar e individual. Lo invitamos a mantenerse educados e informados, pues esta es la mejor arma para combatir el estigma contra las enfermedades de salud mental.

Jorge Reyes Rojas
Psicólogo Clínico
Sucursal Providencia
Centro de Terapia del Comportamiento

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