Cuando sientes que no tienes control de tu ánimo, que este puede caer rápidamente al piso o cuando tienes un exceso de energía que te lleva a cometer graves errores y esto tampoco te hace sentir bien. Cuando piensas que hay algo malo en ti, no entender que sucede contigo y tener la percepción de no tener control de ti mismo, con el sentimiento que estás fallado y no tienes remedio, con la tristeza de que hay días en que parecieras tenerlo todo, comprenderlo todo y al día siguiente ver que pierdes todo tan rápido.

Tal es la vivencia de lo que he escuchado, en mi quehacer clínico, acerca de lo que sienten personas que he acompañado desde la duda diagnóstica hasta la confirmación, inicio del tratamiento y mantención de lo que conocemos como Trastorno Bipolar.

Al hablar de Trastorno Bipolar, estamos hablando de una enfermedad que afecta fuertemente el estado anímico y el comportamiento, generando cambios importantes, desde una infelicidad profunda pasando a veces rápidamente a un estado de euforia intensa, o estados mixtos. Esto puede durar varias semanas o meses, y que van mucho más allá de los cambios de humor que desde lo cotidiano se considera ?normal?. Resalto esto último, ya que ?la normalidad?, es un tema que merece su propia columna.

Las personas que sienten estos cambios de humor, para dejar de sentirse mal, o quizás simplemente sentir algo distinto, como me relataba alguien hace unos años, se acercan a sustancias o comportamientos que pueden generar una dependencia nociva, dado que van generando un deterioro acerca de lo que sientes sobre ti, aislándote de quienes son importantes, viendo el desempeño laboral o académico afectado. Esta enfermedad, no tratada, va a continuar generándote un deterioro constante a nivel biológico, psicológico, social, incluso con problemas legales o económicos.

Algunas personas que he atendido alternan estos estados anímicos varias veces al año, mientras otras personas pueden estar en alguna de estas fases por meses. En mi experiencia, puedo aconsejarte que obtener un diagnostico precoz, es esencial, para disminuir el daño, evitar que estes viviendo muchos años sin un diagnostico claro. No obtener el diagnóstico de lo que tienes, cierra la puerta para que los especialistas podamos entregarte el tratamiento más adecuado. Los estudios muestran que las dificultades que trae esta enfermedad pueden mejorar bastante, con la ayuda adecuada.

Mi experiencia me ha mostrado que si partes con el primer paso sabio de ser compasivo contigo mismo, dejando los estigmas y miedos atrás, actuando con coraje, vamos a poder recibirte, contenerte, entregarte la información que te va a ayudar a comprender lo que estás viviendo, y acompañarte en cómo tú decides enfrentar esto.
Si haces esto, ni lo que has pensado sobre que hay algo malo en ti, ni los errores que has cometido, ni lo que dice la gente, ni los malos recuerdos van a poder detenerte en perseguir lo mismo que todos merecemos y que en mi opinión jamás debiéramos capitular, resignar ni abandonar, que es el derecho sagrado a perseguir nuestra felicidad cada día, con luces y sombras, encontrando nuestro lugar en el mundo.

?El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta?. (Doña Rosita, la soltera. Obra teatral escrita en 1935 por Federico García Lorca)
?No quiero estar libre de peligros, solo quiero valor para afrontarlos?. (Marcel Proust)

Pablo García
Psicólogo Clínico
Terapia Online

Centro de Terapia del Comportamiento