Qué podemos hacer como familia, cuando uno de nuestros integrantes es diagnosticado con Bipolaridad

Fecha Publicación: 08-04-2024

   Es esperable que surjan muchas dudas y/o preguntas al interior de una familia, cuando uno de sus integrantes ha sido diagnosticado con Bipolaridad. En la consulta clínica, una de las que más se escuchan son: ¿Qué se hace en estos casos?, ¿ Cómo podemos ayudar?, “No entiendo porque mi hijo esta así de enfermo, si le he dado todo”.

 

Es por ello, que frente a lo anterior, se hace necesario e importante, entregar la siguiente pauta, en pro de ayudar y orientar a las familias que se encuentran vivenciando tal escenario:

 

  1. Validar el sufrimiento: Evitar enunciar  palabras como “pon de tu parte” , “echale más ganas”, “en mis tiempos eso no existía”. Vivir con Bipolaridad puede ser desgastante, mas lo será si la propia famila desvalida tal sufrimiento. Es similar a decirle a alguien diagnosticado con asma “deja de tener asma”, ó “pon más ganas para que no te ahogues”. En ambos casos, va más alla de querer, sino que existe una enfermedad crónica de base, por lo que podríamos reemplazar tales frases por otras como “estoy contigo, ¿ necesitas hablar?, “ frente a cualquier cosa, aquí estaré”.

 

  1. Culpa: En el caso de los padres, cuando uno de sus hijos ha sido diagnosticado, pueden despertarse cuestionamientos en torno a la crianza ejercida y una sensación de culpa: “soy un mal padre”, “¿Qué hice mal?. A pesar de que aún no se conoce  específicamente la causa, se sabe en base a los últimas investigaciones, que es una enfermedad de orden genético, por lo que nadie tiene la culpa del desarrollo y/o aparición de tal enfermedad. Cabe recalcar que al nombrar genético, no significa que no se pueda hacer nada, ya que con acompañamiento psicológico y farmacológico, se puede llevar una vida normal.

 

  1. Comprender la recaída: Durante el tratamiento, pueden existir recaídas (maníacas  y depresivas), las cuáles, a pesar de generar malestar en el paciente, también pueden despertar malestar  en el círculo cercano. “Juan, asiste al funeral de un amigo, en compañía de su esposa e hijos. En un momento determinado, en donde la mayoría de los presentes esta en silencio, y guardando respeto, Juan comienza  a reír y a contar chistes, generando malestar en los presentes…que desubicado es este tipo”. Aquellas conductas  son propias de una recaída, ya que posiblemente se siente con mayor energía y euforia (manía). Quizás los presentes no comprendan tal actuar y aislen socialmente a Juan, sin embargo su familia puede hacer la distinción, y comprender que aquello es parte de la enfermedad, y no de su personalidad, entregando apoyo y contención sin juzgar. El apoyar y contener, también permite la apertura a ir identificando la presencia de sintomatología depresiva o maníaca, y al momento de identificarla, en conjunto con el paciente, llevar a cabo un plan de acción, como y por ejemplo en en el caso de Juan, hablar con la familia de su amigo, pedir las disculpas correspondientes y retirarse antes de que su familiar articule más conductas no acordes al contexto señalado.

 

  1. Confianza: Desarrollar a través del buen trato y con paciencia, una relación de confianza durante la enfermedad (revisar el punto 1), lo cuál permitirá que el familiar pueda buscar ayuda con sus figuras significativas cuando este atravesando  alguna recaída. “Juana, esta pasando por  un episodio depresivo grave, señalando que no tiene energía, se siente vacía, y quiere terminar con su vida”. En aquél caso, si Juana se acerca a su esposo y habla con él, este podrá ayudarla, llamando a su médico de cabecera y/o dirigirse a algún hospital o clínica de emergencia. Hablar, contener y apoyar, puede salvar una vida, y es gratis.

 

  1. Sobrecarga familiar: Es esperable, y totalmente válido, que el familiar encargado de la mayoría  de los cuidados de quien padece bipolaridad, exprese en algún momento del tratamiento, sentimientos de frustración, angustia, temor, entre otros. Por lo que se recomienda y sugiere, que las responsabilidades se repartan entre más integrantes de la familia, para que no sólo uno se lleve la carga física y psiquíca que de la enfermedad acarrea. En el caso de que el cuidador o familiar responsable se sienta sobrepasado, se recomienda consultar a un especialista en salud mental, como los profesionales que trabajan con su familiar, o asistiendo a psicoterapia individual, para ser acompañado, comprendido, y sobre todo, ayudado.

 

Si has sido diagnosticado con Bipolaridad, o si eres un familiar y/o amigo, y necesitas ayuda, no dudes en dirigirte a nuestro Centro, en donde encontrarás profesionales altamente capacitados. No estás solo/a.

 

 

Ignacio Quilodrán Martínez

Psicólogo Clínico

Sucursal Santiago Centro

Centro de Terapia del Comportamiento