Problemas a Tratar

Recuerde que usted no puede, ni debe, auto-diagnosticarse. Sólo un profesional de la salud experto está en condiciones de hacerlo con rigor y confiabilidad. Cuando una persona está preocupada por su salud suele identificarse con síntomas, problemas o enfermedades que no tiene, o confundirlos con otras posibles.

Es el miedo a exponerse y permanecer en lugares públicos específicos (metro, carreteras, malls, teatros, etc.), en donde la persona piensa que es difícil escapar o cree que no podrá recibir ayuda en caso de tener una crisis de angustia. Incluso en ocasiones tiene miedo a estar solo en cualquier situación o lugar. De esta manera deja de utilizar el trasporte público, no entra en centros comerciales, no se aleja a más de cierta distancia de su domicilio, llegando al extremo de rechazar quedarse solo en su casa. Ante la evitación de distintas situaciones la vida de la persona se va restringiendo, produciendo en ocasiones gran discapacidad. La agorafobia está fomentada por la ansiedad anticipatoria que es producida por la persona al pensar en la posibilidad de tener una crisis de angustia y que no va a poder controlarla ni recibir ayuda.
Son episodios de miedo, intenso y desproporcionado a la situación, que surgen bruscamente sin motivo. Estas crisis se acompañan de síntomas físicos (palpitaciones, taquicardia, sudoración, sensación de falta de aire al respirar, dolor en el pecho, mareos, temblor, sofocos, nauseas, dolor en el estómago, otros) y síntomas psíquicos (miedo a perder el control, a volverse loco, a morir, sensación de encontrarse en una situación irreal o sensación de separarse del propio cuerpo). Estas crisis pueden o no acompañarse de agorafobia (ver punto anterior) Hay otras enfermedades o fármacos que pueden provocar crisis de angustia, por lo que antes un médico debe realizar el diagnóstico correcto.
Caracterizada por síntomas de ansiedad y preocupación excesivas y persistente (anticipación aprensiva), miedo intenso, hipervigilancia, irritabilidad, dificultad para concentrarse y controlar la preocupación y síntomas físicos (fatiga, tensión muscular, problemas de sueño) en ausencia de una situación peligrosa en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar) y que provocan malestar y deterioro de la actividad del individuo. Hay que descartar que no se deba a los efectos fisiológicos de una sustancia (droga, medicamento) ni a otra afectación médica (ej., hipertiroidismo).
Se caracteriza por ser una alteración del estado de ánimo de la persona que se manifiesta con síntomas más leves o menos graves y que pueden durar menos tiempo que una depresión moderada o grave. Entre los síntomas están una disminución del interés y capacidad para el disfrutar todas o casi todas las actividades de la vida con sentimientos de desesperanza, tristeza e infelicidad.
Es la reacción o proceso de adaptación ante la pérdida de un ser querido por muerte, pérdida de un animal, objeto, trabajo, la ruptura de pareja, o evento significativo. Los síntomas del duelo son parecidos a los de las depresiones: tristeza, trastorno del sueño, alteraciones del apetito, cefaleas, palpitaciones, problemas respiratorios ... Disminuye el interés por lo que rodea, por el trabajo, por las relaciones con los demás. Y, generalmente, invade la rabia y la incredulidad.
Es el miedo que se origina posterior a un hecho vivido o presenciado como un acontecimiento peligroso, traumático (accidente, violación, delitos violentos, terremoto, muerte violenta de algún familiar cercano, guerra, etc.) en el que está en juego la vida de las personas. Las imágenes de la situación traumática vuelven a reexperimentarse una y otra vez en contra de la propia voluntad, a pesar del paso del tiempo imaginándola con todo lujo de detalles acompañado de intensas reacciones de ansiedad. También puede aparecer síntomas tales como agitación, mareos, desmayos, dolor de cabeza, pesadillas, problemas para dormir. arrebatos de furia y alejamiento y evitación de situaciones relacionadas con el evento traumático.
Miedo intenso a algo concreto o específico como a la oscuridad, animales inofensivos, sangre, espacios cerrados (claustrofobia), como ascensores, viajar en avión, ir al dentista, ponerse inyecciones, etc. que da origen a la evitación de los mismos.
Miedo persistente a exponerse a situaciones sociales o actuaciones en público por temor a que su actuar sea juzgado negativamente por lo que se tiende a evitar dichas situaciones. Temor al rechazo, crítica, no aceptación, cometer errores, etc.
Presencia de ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente, exageradas e irracionales que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan una ansiedad o malestar significativos y deterioro de la actividad general. No se reducen a simples preocupaciones sobre problemas de la vida real. La persona intenta controlar o neutralizar tales pensamientos obsesivos (suciedad, desorden, enfermedad, llave del gas, llave de la puerta, etc.) con otros pensamientos o con acciones (compulsiones). Las compulsiones más frecuentes consisten en comprobar (que se ha cerrado el gas, por ejemplo), contar, lavar, limpiar, etc. Al final el sujeto pierde mucho tiempo, interfiriendo en su vida social, laboral, familiar, etc.
Problemas relacionados con la decisión o indefinición entre opciones de elección de carrera o formación profesional, desarrollo de habilidades o búsqueda y elección de trabajo.
Cambios de casa, colegio, trabajo, país; llegada, alejamiento o muerte (duelo) de otro miembro al hogar; emancipación y alejamiento del hogar; inicio de una carrera, trabajo; término de una relación sentimental; cambios de vida: matrimonio; separación; viudez; jubilación; etc. En general todos los cambios pueden implicar dificultades en nuestra vida a diario. En respuesta a las situaciones anteriores se manifiestan en la persona reacciones emocionales de ansiedad o depresión y/o comportamientos caracterizadas por un malestar superior al esperable o en un deterioro significativo de la actividad social o profesional (o académica).
Dificultades para expresar directamente los propios sentimientos, opiniones, pensamientos y defender los derechos en el momento oportuno de una forma adecuada sin negar las emociones. Un déficit de asertividad y habilidades sociales se manifiesta por un lado en una conducta sumisa, temerosa y/o por otro lado en una conducta agresiva, conductas que afectan la autoestima y las relaciones interpersonales y sociales.
Autoestima es la opinión y la manera de autodefinirnos a nosotros mismos. En otras palabras, la autoestima es un sentimiento de valoración de nuestro conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales. Una persona con baja autoestima pondrá constantemente en tela de juicio sus logros, no los valora en su verdadera dimensión, porque siempre encuentra a otras personas con las que compararse, otras personas que casualmente, lo hicieron mejor que él/ella. La autoestima es la función del organismo que permite la autoprotección y el desarrollo personal, ya que las debilidades en la autoestima afectan la salud, las relaciones sociales y la productividad. (inseguridad)
Dificultades para controlar los propios impulsos, comportamientos, deseos y reacciones frente a distintas situaciones de la vida diaria.
Problemas emocionales leves a moderados con depresión, ansiedad, miedo, ira y cambios de comportamiento debido a enfermedades médicas especialmente graves como cáncer o en riesgo vital (en distintas etapas: crisis del diagnóstico médico, fase aguda, fase crónica, fase de recuperación, fase terminal) tanto del mismo afectado como de familiares del enfermo. (enfermo y/o familiares)
Dificultades derivadas de situaciones traumáticas experimentadas durante la infancia o vida en general. En ocasiones estos nos generan estructuras y formas de funcionamiento que pudiesen a largo plazo perturbar y/o afectar. (traumas de la infancia y/o adolescencia)
Problemas emocionales leves a moderados con depresión, ansiedad, miedo, ira y cambios de comportamiento debido a trabajo estresante, exigente por sobre la capacidad de la persona, monótono y rutinario, acoso laboral, insatisfacción laboral, adicción al trabajo, poca capacidad de disfrute, búsqueda de poder o prestigio, miedo al fracaso, etc.
Interacciones conflictivas entre los integrantes de la pareja por dificultades en la comunicación, comprensión, tolerancia y que están asociadas a un deterioro significativo de la relación misma o a síntomas de uno o más miembros de la pareja. Los problemas de pareja pueden ser múltiples: las diferencias en expectativas, objetivos, intereses y hábitos cotidianos; comunicación negativa producto de pensamientos erróneos o distorsionados en términos de suposiciones (hacer de adivino/pensar lo peor, generalizar, magnificar o minimizar); diferencias en los ingresos y en el uso del dinero; insatisfacción sexual; situaciones que producen crisis en la pareja, tales como el embarazo especialmente si es producto de una gestación no deseada; la pérdida de un miembro de la familia (duelo); la etapa de la adolescencia en los hijos; celos, infidelidad conyugal; pérdida del trabajo (cesantía), entre otros.
Interacciones conflictivas entre los integrantes de la familia por dificultades en la comunicación, comprensión, tolerancia y que están asociadas a un deterioro significativo de la relación misma o a síntomas de uno o más miembros de una unidad relacional. Se incluyen: el manejo de la disciplina, las reglas; la separación de los padres; la pérdida de un miembro de la familia (duelo); la etapa de la adolescencia en los hijos. (padres e hijos, hermanos)
Alteraciones de los procesos de la respuesta sexual en la realización del acto sexual:
a. Problemas del deseo sexual (ausencia o disminución de deseos de actividad sexual; ansiedad, miedo, aversión y evitación del contacto sexual).
b. Problemas de la excitación sexual en la mujer (incapacidad para obtener y mantener la lubricación) y de la erección en el hombre (incapacidad para lograr o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual).
c. Problemas del orgasmo en la mujer (ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo) y en el hombre (eyaculación retardada: ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo; eyaculación precoz: aparición de un orgasmo y eyaculación persistente o recurrente antes o inmediatamente después de la penetración).
d. Problemas sexuales por dolor que se producen en las relaciones sexuales: dispareunia (dolor genital antes, durante o después del coito) tanto en el hombre como en la mujer; vaginismo (contracción involuntaria de la vagina impidiendo la introducción del pene, dedos, tampones).
(deseo, excitación, orgasmo)