¿Cómo enfrento mi diagnóstico de Bipolaridad?

   "Quizás mi locura no sea otra cosa que la sabiduria de un ser humano que, desde la infancia, ha tenido que enfrentarse a las circunstancias más extrañas, imprevistas y misteriosas."

- Hermann Hesse

El Trastorno Bipolar, es una enfermedad que afecta fuertemente el estado anímico y el comportamiento. Podemos sentir infelicidad profunda y además estados de euforia y energía intensa, sin ningún gatillante emocional. Esto puede durar varias semanas o meses, y su intensidad va mucho más allá de los cambios de humor por sucesos vitales importantes.
El diagnóstico precoz contribuye a disminuir el daño. No obtener la evaluación por especialistas, nos cierra la puerta para que los especialistas puedan entregarnos el tratamiento más adecuado.

Cuando hemos vivenciado esta intensa manera, en que sentimos que no tenemos control de nuestro estado de ánimo, nuestras decisiones, nuestros impulsos, es natural sentir que no hay nada que podamos hacer. Esto nos puede hacer sentir muy vulnerables, sentirnos “fallados”, “sin arreglo” o incluso “locos”; sin permitirnos pensar en que tenemos la capacidad de cambiar las cosas.

Cuando recibimos un diagnóstico como Bipolaridad, podemos encontrar alivio o sosiego acerca de mucho lo que hemos vivido, sin entender el por qué y permitirnos comprender cosas para las que quizás por muchos años, no teníamos ninguna explicación, sin tener la mirada o la palabra de otro ser humano con quién compartirlo, frecuentemente por miedo o vergüenza a lo que se dirá o se pensará de nosotros.

Tu equipo de especialistas, te va a acompañar no sólo en tu psicoterapia, sino en el cómo sobrellevar lo que puede significar el comenzar a seguir un esquema farmacológico, entender qué es la Bipolaridad en palabras que claras para ti, y cómo va a afectar tu vida cotidiana.

Un diagnóstico sólo te cosifica, si es que tú permites que eso suceda así. Nunca he visto dos seres humanos sufrir o sobrellevar esto de la misma manera. Cada persona es un universo. Lo que lamentablemente sí he visto en mi práctica clínica es el miedo, la angustia, el pánico, la desesperación, la tristeza y la perdida de la esperanza acerca de una vida que puede sentirse ajena a uno mismo.

Nosotros, te acompañamos, podemos mostrarte desde lo que tú nos cuentes de tu vida, el cómo ir enfrentando esto a tu propia manera, con tus propias estrategias. La lógica de los “tips”, no tiene ningún sentido aquí, dado que no están hechos por ti, ni a la medida de tus propias necesidades afectivas y farmacológicas. Por cierto, existen lineamientos clínicos generales psicoterapéuticos y farmacológicos que se fundamentan en evidencia científica exhaustiva que nos entregan un marco general desde el cual te vamos a proponer un plan de cuidado.

Es clave ayudar a que tu familia, y tus seres queridos a comprendan lo que has estado viviendo día a día, quizás por mucho tiempo en palabras simples. Resulta fundamental verte a ti, no a la etiqueta diagnóstica; a apoyar y contener en momentos más complejos, mucho más allá del diagnóstico, sino que desde las estrategias de cuidado.

La invitación es a que no sufras en la soledad y el aislamiento; a comprender compasivamente tu trayectoria vital; tu historia de vida: tus aciertos y desaciertos, y desde esa mirada ir conociéndote mucho mejor. Por miles de años, los seres humanos hemos sido en grupo. Así, hemos podido subsistir y existir: solamente en grupo. Todos sufrimos. Naturalmente todos necesitamos recibir y entregar cuidado y contención.

Sé que si estás leyendo esto y te sientes reflejad@, estás sufriendo mucho. También sé que, para cualquiera de nosotros, hay pocas cosas más desgarradoras en la vida que sufrir sólo. Espero que no te quedes en la etiqueta, y nos permitas sufrir contigo.

Pablo García Pérez

Psicólogo Clínico

Terapia Online